LOS ESPÍAS NO HABLAN
Karel Holemans
Karel Holemans fue un pintor flamenco que soñaba con la independencia de Flandes.
Espió en España durante la Guerra Civil, en el lado republicano.
En la invasión nazi de Bélgica trabajó como espía doble. O tal vez triple.
Fue agente de la inteligencia alemana, estuvo casado con una agente de la Resistencia y, en secreto, era Caballero Comendador de los Templarios.
Se enroló en los servicios secretos alemanes para poder sacar de Bélgica los archivos históricos de la Orden del Temple y evitar que cayeran en manos de la Gestapo.
Llevó los archivos a Portugal y con ello salvó las vidas de 238 templarios belgas y franceses.
Como pintor conoció el éxito y la pobreza, y sus obras cuelgan hoy en varios museos españoles, entre ellos, el Reina Sofía de Madrid.
Rachel van der Elst
Primera esposa de Karel Holemans. Fue militante del partido socialista belga. Durante la guerra civil española trabajó como enfermera en el hospital militar internacional de Onteniente. Desde allí, espió para los socialistas belgas.
Sólo tuvo un hijo, Hugo, que nació con una grave malformación y a quien envenenó a los pocos días de nacer.
Cuando Karel Holemans partió hacia España en 1943, Rachel permaneció en Bélgica y se convirtió en amante del mayor traidor belga de la segunda guerra mundial, un agente de la Gestapo a quien abandonó al acabar la contienda.
Murió sin dejar familia.
Hugo Holemans
Único hijo de Karel Holemans y Rachel. Nació con labio leporino, una severa malformación, irreversible en 1935. Murió a los 23 días de edad al tomar un biberón envenenado por su madre.
Louis Delgrange
Nació belga, aunque fue espía de los alemanes en ambas guerras mundiales.
Camuflado como un inocente traductor al servicio secreto alemán, obtuvo el grado de Sonderführer y controlaba el espionaje nazi en Bélgica en 1942.
Proporcionó a Karel Holemans los salvoconductos para su misión en España. En cuanto este salió de Bélgica se convirtió en amante de Rachel, la mujer de Karel.
La seguridad del estado belga calificó la detención de Louis Delgrange como “el mayor éxito de la Resistencia belga en toda la segunda guerra mundial.”
Trató de eliminar a Karel Holemans para casarse con Rachel y evitar así ser deportado a Alemania después de la guerra. Casi lo consiguió.
Murió solo y desahuciado en un sanatorio de caridad.
Raphaël Appels
Hijo del guardabosques de Averbode, pueblo natal de Karel Holemans. Fue un joven juerguista, borrachín y pendenciero, y combatió a los alemanes como miembro de la Resistencia. Fue también falsificador y contrabandista.
Proporcionó a Karel Holemans el pasaporte portugués falso que necesitaba para llegar a Oporto y poner a salvo los papeles de la Orden del Temple.
Fue perseguido por los SS flamencos, traicionado y detenido. Acabó muriendo en Mauthausen.
Su muerte fue falsariamente imputada a Karel Holemans, a pesar de que este se encontraba ya fuera de Bélgica.
Hauptmann Karl Kotte
Director de la sección I L de la inteligencia alemana al servicio de la Luftwaffe en Bélgica. Era el responsable de la misión de Karel Holemans en España y su jefe directo.
Estaba al corriente de sus actividades gracias a los informes que le radiaba regularmente desde Madrid. Visitó a Karel Holemans en dos ocasiones en 1943 en el hotel Palace, donde estaba alojado.
En su segunda visita consideró que el agente Holemans había sido descubierto y que ya no era útil para el servicio.
Clement Holemans
Padre de Karel Holemans. Fue el primer alcalde del municipio de Averbode, cuyo movimiento de independencia encabezó.
Era propietario de un hotel junto a la abadía del mismo nombre. Fue un respetado ciudadano, nacionalista flamenco, católico y burgués. Su hotel sufrió la invasión alemana en ambas guerras mundiales.
Fue miembro del partido nacionalista VNV, que tomo partido por los alemanes en la segunda guerra. Tras la Liberación fue señalado como colaboracionista, inhabilitado y duramente represaliado.
Nunca se recuperó de esa humillación y murió prematuramente.
Heinrich Himmler
Lugarteniente de Hitler, jefe de las SS e ideólogo del exterminio judío. En Bélgica, practicó la flamenpolitik, que favorecía a los flamencos frente a los valones, para ganarse el apoyo de los primeros.
El partido nazi ayudó económicamente al VNV (Unión Nacional Flamenca) desde mucho antes de que se produjera la invasión en 1940.
Cuando los nazis invadieron Bélgica, contaron con la colaboración de los militantes del VNV para controlar la administración del país.
Leopoldo III de Bélgica
Rey de Bélgica. Su actuación durante la segunda guerra mundial fue muy controvertida. Los aliados le consideraron un traidor por rendir el país a los alemanes, dada su inferioridad militar.
Sus seguidores le consideraron un héroe que evitó una matanza inútil.
Karel Holemans fue en todo momento un fiel partidario del rey Leopoldo III. Los templarios belgas, históricamente monárquicos, siempre le guardaron fidelidad.
Arno Kleyenstüber
Jefe del servicio secreto de la Luftwaffe, la fuerza aérea alemana. Reportaba directamente al almirante Canaris, jefe de la Abwehr. Pasó varias noches en febrero de 1944 en el hotel Palace de Madrid, coincidiendo con Karel Holemans. De facto, era el jefe supremo de todos los agentes de I Luft, lo que incluía a Holemans.
Se convirtió en el jefe del servicio secreto alemán en España en 1944.
Cuando la guerra terminó, fue el responsable de desmantelar las instalaciones del espionaje alemán en Madrid. Trató de huir a Paraguay con 5 millones de pesetas y lo que quedaba de las reservas alemanas de oro y divisas. No lo consiguió. Fue detenido por los aliados.
Juan Gyenes
Fotógrafo de origen húngaro afincado en España. Fueron famosos sus retratos de folclóricas, cantantes, actores, toreros y personajes de la España de la posguerra.
Su retrato de Franco se imprimió por millones en un popular sello de correos. Realizó el primer retrato oficial de los reyes de España, Juan Carlos I y Sofía.
En un estudio de la Gran Vía de Madrid, fotografiaba clandestinamente los pasaportes de los viajeros alojados en el hotel Palace, cuyas copias se enviaban al servicio secreto alemán en Madrid.
Fue coleccionista de arte. Entre las obras que atesoró se encontraba un cuadro adquirido a su amigo Karel Holemans en su exposición del hotel Palace de 1944.
Herbert Schwoerbel
Teniente coronel de la Gestapo y cónsul honorario de Alemania en Vigo. Dirigió el tráfico de wolframio español hacia las fábricas de armamento nazis.
Al acabar la guerra, vendió a toda prisa sus propiedades en Galicia y se apresuró a comprar piezas de arte que pudiera trasportar a Sudamérica. Esta actividad atrajo a Vigo a numerosos artistas deseosos de vender su producción. Entre ellos, Karel Holemans, que expuso su trabajo y vendió 18 cuadros en una semana.
Schwoerbel fue detenido por los aliados antes de que pudiera escapar con todo el arte que había acumulado.
Reinhard Heydrich
Implacable mano derecha de Himmler. En 1941 firmó la orden por la cual todas las órdenes iniciáticas -masones y templarios incluidos- debían ser perseguidas, sus bienes incautados y sus miembros detenidos y deportados a los campos.
Esta orden de Heydrich obligó a Karel Holemans a trabajar por los templarios en la clandestinidad durante dos años.
Karel se infiltró en el servicio secreto alemán para poder sacar de Bélgica los archivos de la Orden y ponerlos a salvo en Portugal.
Emile Isaac Vandeberg.
49º Gran Maestre de la Orden Soberana y Militar del Templo de Jerusalén (OSMTH). Flamenco, aunque de remoto origen sefardita español, durante la invasión alemana ocultó su apellido Isaac y adoptó el de su mujer, Vandenberg, para pasar desapercibido.
Perseguido por la Gestapo, encargó a Karel Holemans que sacara de Bélgica los archivos de la OSMTH y los entregara a su sucesor en Oporto para salvar así la orden templaria.
Fue asesinado por los alemanes en 1943 y su cuerpo arrojado dentro de su coche al cráter de una bomba tras el brutal bombardeo de Mortsel, en las afueras de Amberes.
Antonio Campello Pinto de Sousa Fontes
50º Gran Maestre de la OSMTJ. Recibió su nombramiento de manos de Karel Holemans en Oporto en 1943, cuando éste, tras cruzar Europa, le hizo entrega de los archivos templarios en su casa de Portugal, por orden del anterior Gran Maestre, Isaac Vandenberg.
Recompensó a Karel Holemans con la Gran Cruz de la Orden del Templo de Jerusalén, la más alta distinción que un caballero templario puede recibir.
Le sucedió su hijo, Dom Fernando Pinto de Sousa, quien conservó los documentos y tuvo la amabilidad de mostrárselos al autor de este libro.
José María Poblador
Abogado, fundador de las JONS y mano derecha de José Antonio Primo de Rivera en Barcelona.
Fue el líder de las Milicias Falangistas que acompañaron al levantamiento militar franquista en el cuartel de Pedralbes de Barcelona, en julio de 1936.
Tras la guerra civil española, se convirtió en jefe de la Falange del Mar, y controlaba de facto el puerto y la zona franca. Gracias a él, numerosos nazis fugitivos consiguieron embarcar en Barcelona hacia América al acabar la guerra mundial.
Fue íntimo amigo de Karel Holemans y una figura clave en su biografía. Consiguió que Karel fuera adoptado, a sus 47 años, por un ferroviario jubilado para otorgarle así la nacionalidad española.
Cuando Karel fue denunciado, injustificadamente, por bigamia ante el tribunal de la Curia por su suegra, Poblador ejerció su influencia política para suspender el proceso.
Carolina Pi Sancho
Fue amante de Karel Holemans en Palamós y Barcelona entre 1950 y 1955. Fue una mujer independiente, políglota y misteriosa. Trabajaba, aparentemente, como secretaria de dirección en la empresa Unicolor, Colorantes y Explosivos.
Esta empresa perteneció al conglomerado hispano-alemán Sofindus, fundado por Johannes Bernhardt, factótum de la ayuda de Hitler a Franco en el golpe de estado.
Sofindus canalizó la ayuda alemana a España durante la guerra y fue tapadera del servicio secreto alemán. Tras la guerra mundial, numerosos activos empresariales alemanes fueron escamoteados a los aliados mediante la creación de empresas mixtas hispano alemanas, como fue el caso de Unicolor.
Carolina Pi trabajaba directamente con los directivos alemanes de la empresa y tuvo relaciones personales con algunos de ellos.
Josep Mestres
Amigo íntimo y compañero de correrías de Karel Holemans en la Barcelona de los años 50. Con el tiempo se convertiría en suegro de Karel.
Fue fundador de las Cavas Mestres y ex alcalde de Sant Sadurní d’Anoia. Procedía de una familia de pasteleros de Barcelona. En los primeros años 20 viajó a América para evitar ser enrolado en las guerras de África.
Se casó con una prima segunda suya, una adinerada terrateniente de Sant Sadurní, con la que mantuvo una tensa relación, aunque tuvieron cuatro hijos.
Su hija mayor, Teresa, se casó con Karel Holemans en 1966.
Otto Weil
Sonderführer de la sección III F del espionaje alemán en Bélgica. Especialista en criptografía y radiointercepción. Tenía a sus órdenes docenas de radioperadores y combatió y capturó a numerosos operadores aliados, a los que obligaba a radiar contrainformación para confundir al enemigo.
Se enriquecía con los bienes confiscados a los judíos antes de su deportación a los campos. Fue capturado por los aliados al acabar la guerra.
Fue el primer agente alemán al que Karel Holemans se dirigió para ingresar en el servicio secreto y escapar así de Bélgica.
Egide Joostens
Amigo de Karel Holemans, ambos fueron convecinos en Malinas desde mucho antes de la guerra.
Empezó a trabajar como agente de los alemanes en 1936.
Compinchado con su amigo alemán Karl Kotte, ambos se dedicaron al expolio de los judíos detenidos en la Kaserne Doisin de Malinas. Amasó mucho dinero con los bienes que les arrebataban antes de meterlos en vagones de ganado hacia los campos de exterminio.
Él puso en contacto a Karel Holemans con el servicio secreto alemán cuando le confió en 1942 que necesitaba salir de Bélgica.
François Collaer
Militante comunista belga y miembro de la Resistencia. Era amigo de la familia de Karel Holemans en Malinas. En verano de 1941 se vio perseguido por la Gestapo y se ocultó en la casa familiar de los Holemans.
Karel se sintió en peligro, pues temía que los alemanes descubrieran las actividades de su mujer como agente de la resistencia y que él mismo fuera detenido por templario. Asustado, le confió a un amigo que Collaer se había escondido en su casa. Los alemanes se enteraron y le arrestaron cuando salía de casa de los Holemans.
Karel Holemans sería condenado después de la guerra por denunciar a Collaer, que, aunque fue encarcelado, resultó liberado unas semanas después.
Eulalia Sagués Mestres
Heredera de la propiedad Mestres, en Sant Sadurní d’Anoia. Cuando era apenas una adolescente recibió de su abuelo el patrimonio acumulado durante generaciones por una familia de vinateros que se remontaba al siglo XIV. Al ser designada heredera, su madre y sus hermanas quedaron despojadas de la fortuna familiar, lo que rompió sus lazos con su familia directa y amargó su carácter sin remedio.
Fue una de las mujeres más poderosas del Penedès de la posguerra.
Para que el apellido Mestres, que daba nombre a la marca de la cava, no se perdiera al casarse, su familia la matrimonió con Josep Mestres, un primo segundo con el que no congeniaba.
Se opuso con todas sus fuerzas y por todos los medios al matrimonio de su hija Teresa con Karel Holemans. Casi consiguió impedirlo.
Teresa Mestres Sagués
Segunda esposa de Karel Holemans.
Hija mayor de la familia Mestres. De carácter indómito y rebelde, era opuesta en todo a su madre, Eulalia. En los años 50 marchó a Inglaterra a estudiar y allí tuvo un hijo con un estudiante de económicas de origen indio. Su regreso a Sant Sadurní de Noia fue un escándalo.
Se enamoró de Karel Holemans, gran amigo de su padre y recién afincado en Sant Sadurní, lo que acrecentó el escándalo y la enfrentó aún más con su madre.
Pese a la beligerante oposición de ésta, Teresa y Karel se casaron y se instalaron a vivir en Tarragona, donde nació su hijo Carlos Holemans.
Cardenal Benjamín de Arriba y Castro
Arzobispo de Tarragona entre 1949 y 1970. Muy afín al régimen franquista, fue profusamente condecorado por el Generalísimo con la Gran Cruz de Isabel la Católica, la de Alfonso X el Sabio y la de Carlos III, entre otras.
En 1960, ordenó la retirada de un cuadro expuesto por Karel Holemans en Tarragona por considerarlo sacrílego y contrario a la religión.
La suegra de Karel Holemans, Eulalia Mestres, recurrió a este arzobispo para que conminara a su hija Teresa a abandonar su relación con Karel Holemans, que ella consideraba concubinato.
Salvador Puig Antich
Anarquista y militante antifranquista de Barcelona. En 1973, en una refriega con agentes de Franco se produjo un disparo y un policía murió. Puig Antich fue juzgado y condenado a muerte en un consejo de guerra.
Su condena a la ejecución por garrote vil desató una ola de protestas en toda Europa. En un intento de evitar que su muerte fuera considerada un asesinato político, Franco ordenó que se ejecutara el mismo día y a la misma hora a un delincuente común en la prisión de Tarragona: Heinz Chez, un vagabundo alemán que había matado a un guardia civil.
Heinz Chez
Su verdadero nombre era Georg Welzel. Nacido en la República Federal Alemana, llegó a España en 1972. En su vagar por la costa catalana robó una escopeta de caza y, en un confuso incidente, disparó y mató a un guardia civil en un camping de Hospitalet de l’Infant.
Fue detenido e internado en la prisión de Tarragona. Su lengua materna era el alemán, y Karel Holemans fue designado como su intérprete durante todo el proceso. Se le sometió a un consejo de guerra y fue condenado a muerte. Su ejecución se hizo coincidir con la del antifranquista Puig Antich, para restarle peso político a esta última.
Karel Holemans estuvo presente en su horrenda y sangrienta ejecución, que se llevó a cabo del modo más chapucero, torpe y cruel. Heinz Chez tardó media hora en morir.